La forma más habitual de alquilar una vivienda: un particular que dispone de un inmueble lo pone en alquiler para obtener beneficios a través de una inmobiliaria, que se encarga de toda la gestión de forma profesional: el papeleo, coordinar las visitas, realizar el contrato, agilizar el alquiler…
Estas son las ventajas de alquilar, como inquilino, un piso a un particular a través de una agencia inmobiliaria:
- La duración del contrato será de cinco años. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), la duración del contrato de alquiler si se alquila a un particular es de cinco años
- Tendrás una oferta de viviendas disponibles más amplia. Dado que la mayoría de propietarios particulares se decantan por esta opción al alquilar su vivienda, encontrarás una amplia oferta de inmuebles, y en buenas condiciones, ya que desde la inmobiliaria se revisa y verifica el buen estado del inmueble
- El inquilino presenta un mayor poder de negociación. «La negociación en el mercado del alquiler», el 34% de los que alquilaron una vivienda en el pasado año consiguieron negociar el precio
Por otro lado, la desventaja principal de este formato es que las agencias, siempre o casi siempre, cobrarán una comisión al inquilino. El porcentaje que se suele pagar es de entre un 8% y un 10% de la renta anual. Es decir que, si una vivienda se va alquilar por 1.000 euros mensuales, el inquilino que entra a vivir al inmueble deberá pagar unos gastos de inmobiliaria de entre 960 y 1.200 euros.
Pros y contras de alquilar una vivienda a una empresa
Y ¿qué hay de esta forma menos típica de alquilar un inmueble?, ¿es interesante para el inquilino? Recordamos que estas empresas pueden ser socimis (es posible que lo leas por ahí escrito en inglés como REIT, de las sigas Real Estate Investment Trust), fondos de inversión o sociedades que buscan sacarle rentabilidad a activos inmobiliarios de los que son propietarios.
Según la ley, se consideran socimis a las sociedades que tengan el siguiente objetivo: «La adquisición y promoción de bienes inmuebles de naturaleza urbana para su arrendamiento. La actividad de promoción incluye la rehabilitación de edificaciones en los términos establecidos en la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido». Se estima que solo el 4% del parque de viviendas en alquiler están en manos de este tipo de empresas.
Para que te hagas una idea, alquilar una vivienda a través de estas empresas te ofrece la siguientes ventajas:
- La duración del contrato del alquiler será de 7 años. Según la LAU, si el propietario de la vivienda puesta en alquiler es una persona jurídica, es decir, una empresa, la duración del contrato de alquiler será de 7 años
- Los gastos de gestión no se cargan al inquilino. A diferencia de las agencias inmobiliarias, los inquilinos de un piso alquilado a una empresa no deberán costear los gastos de gestión, si no que es el propietario del inmueble el responsable de abonar este gasto
En contraposición, en este caso, el inquilino tiene menos poder de negociación de las condiciones. Podría existir la posibilidad de conseguir una rebaja en el primer año, aunque su precio aumentaría a partir del segundo año.
Ventajas de las socimis para inversores y el mercado inmobiliario
Hasta ahora hemos visto cuáles son las ventajas de estas sociedades de cara al inquilino, pero ¿cómo favorecen al mercado?
Las socimis están creadas para activar el mercado inmobiliario, por lo que cuentan con ventajas fiscales
- Favorecen el aumento de oferta de vivienda en alquiler
- Moderan la subida de los precios del mercado
- Aumentan los instrumentos de inversión para los ahorradores
- Son una inversión regulada y transparente
- Cuentan con un menor riesgo en cuanto a liquidez (puedes vender tus acciones de forma fácil)
- Existe la posibilidad de diversificar en distintos activos inmobiliarios
- El importe de la inversión es menor que en la compra tradicional de inmuebles
- Están creadas para activar el mercado, por lo que disponen de ventajas fiscales